¿Dudas?

Todos los desperdicios de alimentos: restos de fruta, verdura, carne, pescado, posos de café, infusiones, restos vegetales, servilletas y papel de cocina, cartones manchados de aceite…
Nunca echaremos excrementos de animales ni restos de celulosa (papel higiénico, pañales, toallitas…)

La materia orgánica representa entre un 35 – 40% de los residuos diarios que se generan en casa. Solo si se separa en origen se podrá aprovechar como fertilizante natural, o en nuestro caso, como biometano. La normativa europea marca como objetivo para 2025 reciclar al menos el 55% de los residuos.

“La reducción de materia orgánica en los vertederos rebaja la emisión de gases de efecto invernadero
y la contaminación de los acuíferos. El compromiso de frenar el cambio climático debe ser compartido.” Este es un argumento muy bonito para aquellos con conciencia ambiental pero para los que les preocupa menos el medio ambiente, su motivación será que el no separar se considera una infracción leve de la Ley 7/2022 con sanciones de hasta 750€.

Deposita los residuos en bolsas compostables cerradas para evitar malos olores y suciedad.

La organización vertical de los residuos facilita la separación. También puedes meter en la misma bolsa el papel y cartón así como el vidrio, que podrás separar fácilmente al llevar al contenedor. El uso de cubos con división interna para varias fracciones es una buena solución.

En el contenedor marrón solo se puede depositar el poso del café y las cápsulas biodegradables. La
mayoría de las cápsulas que hay hoy en el mercado suelen estar fabricadas con plástico o aluminio y hay que llevarlas a un punto limpio.